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lunes, 23 de febrero de 2015

El ultimo Teorema de Fermat

El ultimo Teorema de Fermat
     
      Biografía:

Beaumont-de-Lomagne, Francia, 17 de agosto de 1601; Castres, Francia, 12 de enero de 1665. Fue un jurista y matemático francés apodado por Eric Temple Bell con el sobrenombre de «príncipe de los aficionados».

Fermat fue junto con René Descartes uno de los principales matemáticos de la primera mitad del siglo XVII.
Descubrió el cálculo diferencial antes que Newton y Leibniz, fue cofundador de la teoría de probabilidades junto a Blaise Pascal e independientemente de Descartes, descubrió el principio fundamental de la geometría analítica. Sin embargo, es más conocido por sus aportaciones a la teoría de números en especial por el conocido como último teorema de Fermat, que preocupó a los matemáticos durante aproximadamente 350 años, hasta que fue demostrado en 1995 por Andrew Wiles ayudado por Richard Taylor sobre la base del Teorema de Shimura-Taniyama.

Fermat es uno de los pocos matemáticos honrados como epónimo de un asteroide, que lleva la especificación nominal de (12007) Fermat. También se le ha dado la denominación de Fermat a un cráter lunar de 39 km de diámetro.

      Logros matemáticos:
 Pierre de Fermat escribió en el margen de su ejemplar de la Arithmetica de Diofanto, traducido por Claude Gaspar Bachet, en el problema que trata sobre escribir un número cuadrado como suma de dos cuadrados (es decir, encontrar ternas pitagóricas).

Para quienes no conozcan el asunto la historia es que el matemático Pierre de Fermat afirmó en 1637 que había descubierto una demostración de que las ecuaciones de tipo
xn + yn = zn
no tienen soluciones con valores enteros cuando n > 2. Cuando n = 2 la fórmula es el famoso teorema de pitágoras, y hay no una sino infinitas soluciones (por ej. 3² + 4² = 5²) pero por mucho que se cambien todos esos valores por otros –siempre hablando de números enteros, sin decimales– no es posible encontrar ninguno que satisfaga la igualdad.
Pero una cosa es decir que esto sucede y otra es demostrarlo. Muchos matemáticos intentaron durante siglos reproducir esa «demostración» de Fermat sin éxito. El caso es que Fermat era muy dado a ese tipo de afirmaciones y siempre que decía que tenía una demostración pero no la daba al final alguien acababa hallándola. Y tampoco sucedió nunca que dijera que tenía una demostración y la afirmación resultara ser falsa. Así que el que se llamó último teorema de Fermat, anotado en el estrecho margen de uno de sus libros, pasó a ser casi una leyenda entre los matemáticos.
Hubo que esperar hasta 1995 en que Andrew Wiles, un matemático totalmente obsesionado con el problema desde pequeñito, encontrara una demostración satisfactoria. Un año antes había encontrado otra que resultó contener errores, para su desesperación, pero finalmente pudieron ser corregidos. La historia de todos esos años dedicados a la famosa demostración es una auténtica delicia, tal y como relató Simon Singh en el libro del mismo título: Fermat’s Last Theorem.

      Aplicaciones a la eso

En el aspecto de las ecuaciones.